Tres temas / Hernán Castillo C.

Columnistas, Opinión

 

Hay ecuatorianos como Julio César Trujillo, pero también los hay como Rafael Correa; hay ecuatorianos como Richard Carapaz, pero también los hay como Jorge Glas… y no es que la ley de los contrarios establezca el crudo contraste solamente, es que de la luz y las tinieblas también emerge el motivo reflexivo para dirimir en cada uno de nosotros, los ecuatorianos, el as y el envés de los valores morales –tan venidos a menos- de los que está hecha la vida pero también la realidad nacional, como parte de ella. Ojalá prevalezcan los ejemplos de Trujillo, Carapaz y muchos otros, sobre el sector maloliente de nuestra agitada historia contemporánea.

-x-x-x-

El gobierno nacional ya ha dado señales sobre el tema de inclusión de Ecuador en la Alianza del Pacífico, que hoy integran México, Colombia, Perú y Chile, de cara al océano que en el siglo que transcurrimos, pasó a ser el centro global de tránsito comercial en reemplazo del Atlántico. Sólo la miopía y fanatismo del anterior gobierno –el de la revolución ciudadana- excluyó al país de ser miembro de esa alianza estratégica que representa a 220 millones de latinoamericanos. Los beneficios de integración al ente del Pacífico son y serán evidentes al ritmo del pulso del nuevo milenio, que solo la ceguera correísta pudo no avistarlos.

-x-x-x-

Masaya, la ciudad nicaragüense mártir del somocismo hace 40 años, es hoy víctima de la oprobiosa dictadura “revolucionaria” de Ortega. Las noches del sábado y domingo pasados hordas gubernamentales y militares  asediaron la población  y en acto criminal, atacaron, reprimieron y mataron a los moradores del lugar por oponerse a la dictadura de Ortega; hay decenas de desaparecidos. Hace cuarenta años Masaya fue bastión de lucha heroica –como lo fueron Managua, Matagalpa, Estelí y otras- contra la dictadura de los Somoza, cuyo final representó el triunfo de las fuerzas populares de Nicaragua, hoy sumida bajo otro gobierno del oprobio. (O)

Deja una respuesta