Truncaron los sueños de líder trans
Las cintas, coronas y decenas de flores decoraron el ataúd de Jessica Martínez la joven trans a quien la delincuencia le truncó los sueños, al cegarle la vida.
La activista y líder de la comunidad hasta este año pensaba quedarse en el país, pues ya tenía sus documentos listos para migrar a Italia en Europa.
Pero la noche del sábado 3 de abril delincuentes armados le dispararon por ocho ocasiones, pero de esas cinco impactaron en su cuerpo.
Jessica tuvo una vida difícil desde su adolescencia. Apenas sus padres descubrieron su preferencia sexual la desprotegieron y después de deambular en su natal Colombia, migró para Ecuador.
Llegó primero a Tulcán y después se fue a Ibarra donde conoció a Guido Martínez-quien en ese entonces era también trans- y desde ahí su amistad continuó hasta convertirse en hermanos.
Jessica viajó para Ambato hace más de 20 años y fue aquí en la misma ciudad donde Guido le dio su apellido y la adoptó como hermana, que le quitaron la vida.
Guido presentía su muerte, mencionó que la había soñado un día antes que alguien la perseguía con un machete. “Asustado la llamé y le pedí que deje de trabajar en la calle y que se venga a vivir conmigo, pero no lo hizo. Al día siguiente (sábado) la asesinaron”, manifestó Guido.
Una de sus amigas, expresó que ese sábado ella amaneció muy alegre e incluso le pidió que la maquillen. En la noche ella se fue al trabajo, pero chatearon porque Jessica estaba pendiente de la elección de Miss Ecuador. Hasta que seleccionaron las semifinalistas su amiga estuvo en contacto y pronosticó que la representante de Esmeraldas iba a ganar. Después se escucharon los disparos, su amiga la llamó a pedir que se cuide, pero Jessica no contestó. Nunca supo que su favorita se convirtió en la nueva Miss Ecuador. Las balas, todas fueron direccionadas a su humanidad y pese a que intentó correr no escapó de los asesinos. (I)