Tu voto es poder

Columnistas, Opinión

Al analizar la política, cuan importante es la coyuntura de los pensamientos, porque enmarca el entendimiento  y  la explicación del comportamiento de los hechos políticos que significan una secuencia de episodios que correlacionan al poder, sociedad, la economía, las fuerzas de la relación social etc.

Si en verdad todo mundo reconoce la existencia coyuntural en la política y en la  sociedad, no es menos cierto,  que en la mayoría de los casos se ignore o menosprecie. VILAR  sostuvo que: “ En el sentido más general, la coyuntura es el conjunto de condiciones conjugadas que caracteriza en un momento el movimiento global  de la materia histórica. Se trata en este sentido, de todas las condiciones como psicológicas, políticas, sociales, económicas o meteorológicas”.

En relación con este pensamiento el hombre y la sociedad ubican acontecimientos sociales, económicos y políticos en las circunstancias que interpretan hechos y acciones del futuro. La política electoral podría tener una discusión metodológica ya que no es fácil establecer los linderos coyunturales que interconectan unos y otros. Lo importante es establecer la significación, la instancia casual, su relación con el observador y el efecto que permita determinar mediante un mecanismo de investigación un entendimiento de coyunturas analizadas.

De todo este análisis como ejemplo podría citarse la presencia de un líder en términos de una coyuntura en el sufragio y por su influencia política su proyección es definitivamente importante.

La voluntad de la persona se la expresa en el voto consciente en una línea de señalización, de una propuesta entregada a la población, papeleta que fue estudiada por los diferentes organismos, analizada estructuralmente y debidamente sorteada para la ubicación de los diferentes postulantes quienes se acercarán ante un tribunal para decir SI o NO.

Evidentemente, diferenciar  el uno con el otro favoreciéndole con su voluntad expresada en un SI con una línea vertical o la otra posibilidad sin ni siquiera tomarla en cuenta, lo está haciéndole caso omiso de todo su trabajo de la contienda electoral.

El triunfador será quien haya obtenido la aceptación mayoritaria en la votación y serán proclamados sus resultados en forma inmediata con la serenidad y sin apasionamientos ni claudicaciones de la voluntad soberana. Se reconocerá la existencia coyuntural, de la aceptación y serán los futuros mandatarios de la voluntad soberana. (O)

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