Tungurahua evidencia actividad apícola
La apicultura en el Ecuador tiene sus orígenes; mientras tanto, más de 25 apicultores de Ambato, Píllaro, Pelileo, Patate, Mocha y Latacunga participan en el séptimo módulo del Programa de Especialización Agropecuaria Tungurahua. Tiene el objetivo de agregar valor a los productos de la colmena, fortaleciendo este sector productivo y capacitando a más personas de manera segura y adecuada.
La actividad es coordinada con la Dirección de Producción y se desarrolla con la colaboración de la Facultad de Ingeniería de Alimentos de la Universidad Técnica de Ambato y la empresa privada, como parte del proyecto de vinculación con la comunidad.
Los participantes mediante el noveno curso provincial de apicultura adquirieron conocimientos que les permiten elaborar diversos productos cosméticos a base de miel de abeja, como jabones y champús. Además, con la cera de las colmenas, producen cremas, labiales, gomitas y se anticipa la fabricación de turrones, extracto de propóleo; así como, bebidas como la trampa de oso y leche de tigre, entre otros.
La capacitación es la respuesta a las necesidades establecidas por gremios y asociaciones de apicultores de la provincia. El curso contó con el apoyo y evaluación de la Asociación de Apicultores «Flores y Miel» y de personal técnico especializado del Gobierno Provincial de Tungurahua.
La actualización de conocimientos culminará con el módulo sobre comercialización y fortalecimiento organizacional con emprendimiento empresarial en los próximos días. Al término de la jornada, se realizará la presentación y degustación de los productos elaborados, para el efecto los participantes reciben charlas didácticas sobre buenas prácticas de producción apícola.
En la actualidad, la apicultura gana espacio importante en el ámbito productivo agrícola de Tungurahua, con más de 130 apicultores que administran 1.282 colmenas en la provincia. El Gobierno Provincial valora este impulso y compromiso con el desarrollo sostenible de la apicultura local.
En Ecuador, la apicultura como tal empieza con la llegada de los españoles y la introducción de la especie Apis melífera, a cargo de las comunidades religiosas. Ha sido actividad realizada en pequeña escala por apicultores considerados como pequeños y medianos con pocas explotaciones empresariales de hasta mil colmenas.
De acuerdo al Castrato Nacional de la Actividad Apícola (Agrocalidad, 2014), más del 72 por ciento corresponde a pequeños apicultores de entre uno y 10 colmenas (autoconsumo o venta local). Se encuentra distribuida en 902 apiarios, 63 por ciento en la Sierra, el 24 en la Costa y el 4 en la Amazonía, siendo Pichincha la principal con el 12 por ciento de las explotaciones. El catastro registró 12 mil 188 colmenas, 46 por ciento en colmenas de dos pisos; 27 por ciento de un piso y 14 por ciento en colmenas de tres pisos y 8 por ciento de núcleos. (I)
