Un año que primó la solidaridad
A un año desde que las normas restrictivas cambiaron para el país a causa del coronavirus que aún golpea al mundo entero; Angela Fonseca, presidenta de la Unión Nacional de Periodistas (UNP), manifestó que han sido meses de mucho aprendizaje, donde se ha tenido que llevar el dolor a cuestas, hacerle frente al miedo al contagio y abrigarse con la bandera de la solidaridad.
Fonseca mencionó que tiene muy gravado ese día en que las actividades se paralizaron, las calles se convirtieron en desiertos y el miedo al enemigo oculto nos obligó a permanecer en las casas. Transcurría 16 de marzo.
“Pero no podíamos, como gremio, quedarnos siendo solo observadores de quienes pasaban duros momentos tras el confinamiento. Tuvimos que hacerle frente al miedo y llevamos ayuda a nuestros compañeros periodistas e incluso a personas vulnerables de las comunidades de Tungurahua y Cotopaxi”, recordó la dirigente.
La UNP-T también enfrentó la pérdida del vicepresidente, Carlos Pangol a quien el virus le apagó la voz. Después que varios periodistas se contagiaran, empezaron con las gestiones de los trajes de bioseguridad y equipos de protección para los comunicadores que debían informar desde la calle.
También gestionaron 190 pruebas COVID- PCR, rápidas y cuantitativas para periodistas de Tungurahua, para 450 personas de escasos recursos económicos y 60 para policías municipales y personal recolectores de basura del cantón Píllaro.
Fonseca, resaltó que la ciudadanía es parte importante para la comunicación y por eso golpearon puertas para ayudar a 1.100 personas de escasos recursos, adultas mayores abandonadas, discapacitados, personas víctimas de violencia y extranjeros.
Las gestiones de la UNP-T continúan, incluso para la próxima semana realizarán nuevas pruebas a periodistas de la provincia. “Este año de pandemia me ha dejado tres enseñanzas importes: valorar la vida, ser solidarios con quienes nos rodean y siempre sonreír sin alejarnos de nuestro Dios”, agregó la presidenta de la UNP-T. (I)