Un Sánchez que vino de Sevilla. 1626 / Pedro Reino Garcés
Debieron llegar con los Parra o de la Parra, según expedientes y un testamento para aclarar una deuda que dice tener con los Parra por 1626, y que lo vengo estudiando de lo investigado en el Archivo de Ambato. “sepan …cuantos vieren esta escriptura … postrimera voluntad vieren como yo Miguel Sánchez Lobete, vecino de este asiento de Hambato de la jurisdicción del corregimiento de Riobamba, natural que soy de Cumbres Altas jurisdicción de la ciudad de Sevilla en los reinos de España, hijo lejítimo de Juan Lobete y de Mariana Sánchez vecinos deste lugar de Cumbres Altas, ya difuntos, estando como estoy achacosso de la enfermedad que Dios nuestro señor ha sido servido de mandar…otorgo que hago mi testamento y última voluntad en la forma y manera siguiente.”
Según este documento se puede argumentar que muchos Sánchez pudieron haber quedado con el apellido paterno, que es Lobete, un despectivo de lobo. Pero está claro que prefirieron identificarse con el apellido de su madre. Dice que proceden de “Cumbres Altas”, también llamadas “Cumbres Mayores” que eran frontera con los portugueses codiciosos de ciertos valles desde épocas de Alfonso X El Sabio. “La mayor parte de la población era de origen castellano y religión cristiana, pero en algunos lugares existieron comunidades hebreas durante, el siglo XIV, que poseían sus propios centros de reunión, y de cuya existencia tenemos noticias porque fueron destruidos en el año 1391 con ocasión del levantamiento contra los judíos. Dichos lugares fueron Cala y Santa Olalla. Además se conoce la existencia de judíos avecinados en Escacena del Campo, Paterna del Campo, Manzanilla, Cumbres Mayores, Hinojos, Aroche y Aracena, entre 1368 y 1381, todos ellos relacionados con arriendos de rentas concejales.” (Wikipedia).
Ahora los tenemos en Ambato entre nuestros primeros ancestros, tratando se ser justos con los Parra, que también de pobretes, pasaron a señores de estas tierras, puesto que son los compañeros conquistadores de Benalcázar que se apoderaron de muchos latifundios acá en Tungurahua: “Declaro que debo a los menores de Francisco de la Parra difunto 138 patacones de un poco de lana del tresquile de oveja el dicho difunto para ayuda de casar una hija suya porque tiene mandado el dicho difunto no se le entregue cosa alguna hasta que tome estado, declárolo así para que en todo tiempo conste de esta verdad.”
Este dato es importante para rastrear la incursión de ovejas en nuestro medio. Sobre la introducción de vacunos, está visto que Benalcázar fue uno de los empeñosos, por sus orígenes y ocupación que tuvo antes de embarcarse a Indias. Los Parra debieron ser los ovejeros junto a los Sánchez que hacen negocios del trasquile. Claro, acá pasaron a ser mandones de indios a quienes sometieron para el pastoreo, conforme se pueden leer en otros documentos ligados a Salasaca, donde los de la Parra ejercieron mayor control. Sobre incursión de vacas pueden leer en mi libro último El Reclinatorio de Oro. Este dato vale por lo de los ovejeros.
¿Con quienes vinieron? Lo delata el testamento que he podido transcribir y dice: “Y para la paga y cumplimiento de todo lo contenido en este testamento nombro por mis albaceas a Juan Manzano de Sandoval mi cuñado y patrón, y Antonio Carrillo de Albornoz asimismo mi cuñado, a los quales ruego y encargo por amor a Dios acepten este albaceazgo… para que después de yo fallecido…tomen de los dichos mis bienes aquello que bastaren y los rematen en almoneda o fuera de ella para la paga y satisfacción de lo concertado en este testamento y su cumplimiento en el año del albaceazgo…”. Aquí están los familiares con su oficio de ovejeros seguramente.
Finalmente, un dato importante es lo que pone el escribano, Miguel de Herrera. Que lo firman no en San Juan de Ambato, sino “en este pueblo de San Bartolomé de Hambato a 7 días del mes de agosto de 1626 años, siendo presentes por testigos…abogados Gregorio de Zurita, Juan de Paredes, Pedro Durán, Andrés Vásquez y Juan de Villafuerte, vecinos y residentes en este dicho pueblo… en presencia de este escribano se leyó el testamento de verbo ad verbum como en él se contiene… y el otorgante lo firmó aquí de su nombre Miguel Sánchez Lobete ante mi Fernando de Zurita escribano de Su Majestad, yo Fernando de Zurita escribano y notario público de este reino y de la ciudad de Quito presente… y que recibí 7 patacones de los derechos de este traslado y su original y no más hago mi signo en testimonio de verdad…f) Miguel de Herrera y otros.”. ¿San Bartolomé de Jambato era la parte indígena? (O)