Un viaje inolvidable en ferrocarril
Hace algunas décadas, hice varios viajes en ferrocarril; posteriormente, quería que mi familia conozca todas esas experiencias; decidimos realizar un viaje, por la provincia de Tungurahua. Cuando el tren llegó a nuestra ciudad, subimos a un vagón de carga, para ir mirando todo el paisaje geográfico; donde existe, una amplia plataforma, con bores gruesos, para mayor seguridad de los viajeros.
Fuertes pitos del tren, nos indican que vamos a salir; cuando entra en el barrio El Recreo, lo hace por un sector bajo, bordeado de paredes de tierra, para salir a la Avenida Bolivariana, la que atraviesa para arribar a la ciudadela Oriente; luego toma rumbo al sur, para seguir por el Colegio Guayaquil; pasa la Avenida Cordillera del Cóndor y luego por los terrenos de Huachi La Joya, para continuar por las parroquias Totoras y Huachi.
Cuando el ferrocarril va a mayor velocidad, en una recta, deja sentir el movimiento caracteristico del tren; el cuerpo se mueve de lado a lado, el viento pega en el rostro, pero todo es soportable, porque la recompensa es los maravillosos paisajes que se admira.
El suelo de los Huachis, es àrido y arenoso; algunos árboles de eucalipto y capuli, ponen la nota distintiva en el entorno; al aproximarnos a la Parroquia de Montalvo, aparecen los cultivos de varios árboles frutales; al arribar a la estación, que se encuentra en el barrio de San Francisco, la altitud alcanza a 2.842 metros.
Al llegar al cantón Cevallos, los árboles de manzana son muy abundantes; poco a poco, vamos descendiendo, a una a una dilatada y cultivada meseta; un grupo de viviendas rodean la plaza del caserio Agua Santa; un breve recorrido y se encuentra la estación de la Ciudad de Cevallos, ubicada a 2,885 metros sobre el nivel del mar.
Al dejar Cevallos, el tren sigue por Querochaca, junto al rio Pachanlica y luego va por el caserio El Rosal; el paisaje cambia, se torna de color verde, por la enorme cantidad de cultivos de cebolla; sigue y llega a la estación de la cabecera del cantón Mocha, a 3.186 metros de altitud.
El ferrocarril sigue su marcha, por el valle del rio Mocha, para arribar a la última estación del ferrocarril, en la Provincia de Tungurahua, el caserio Mochapata, para continuar por la provincia de Chimborazo, en paramo de Urbina. desde donde se contemplan, espectacularmente, las montañas del Carihuayrazo, «Viento Macho de las Nieves» con sus tres cumbres, y «El Coloso de los Andes», El Chimborazo. (O)