Una buena política

Columnistas, Opinión

Proponer una política pública, entendida esta como un proceso planificado para cambiar positivamente situaciones sociales, puede marcar el antes y el después de una transformación en aspectos puntuales de la sociedad. Seguridad ciudadana, salud pública, producción, empleo, comercialización, transito, movilidad, informalidad, servicios públicos, vialidad, agua potable, saneamiento ambiental, espacios públicos, recreación, deportes, cultura, tramites ciudadanos, entre otros aspectos son muy importantes, además que debe haber voluntad política de autoridades, visión de largo plazo, estrategia, planificación, disrupción y desprendimiento en que se debe pensar en el bienestar de todos y no de un movimiento político, una doctrina, una autoridad o de un sector únicamente.

La generación de prioridades en la búsqueda de solución a problemas ciudadanos y de marcar una agenda común, es importante para el éxito de la política pública, el tender puentes de dialogo y apoyo entre las funciones y niveles de gobierno y por supuesto una buena gobernabilidad son claves para que esta aplicación de política pública no se quede solo en intensiones, en papeles o su operativización sea nula, mínima o sin impacto. La propuesta, construcción y aplicación de una adecuada política publica debe enmarcarse desde la participación ciudadana, desde territorio, desde, la necesidad, el problema, no solo desde la percepción, peor desde escritorio. Una buena política pública a más de mejorar la calidad de vida de un conglomerado debe optimizar el gasto público, el ahorro nacional y local y sobre todo la optimización del presupuesto público.

Para tener éxito en la aplicación de la política pública, también se requiere el acompañamiento de un equipo técnico y asesor adecuado, con experiencia, conocimientos, perfiles de cargos adecuados, lealtad y compromiso, de tal manera que sean el complemento ideal para la autoridad, los tecnócratas inmediatos, los médicos de cabecera, finalmente con una correcta gobernabilidad y equilibrio de poderes el éxito de una administración pública esta garantizada. Definitivamente la política pública debe ser de Estado, región, provincia, ciudad, no de las autoridades de turno, cabe indicar que además de una adecuada gobernabilidad, también es necesario una buena gobernanza esto es una alta y amplia participación ciudadana urbana y rural con las autoridades, no de una sociedad sometida. (O)

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