Veto total al Código de la Salud / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión


Existen tres tipos de vetos: el veto total que es cuando el presidente rechaza expresamente firmar la totalidad del decreto de ley y lo devuelve a la Asamblea con una explicación detallada de las razones por las que se opone a dicha legislación; el veto parcial también llamado veto por párrafos o artículos, que permite al presidente modificar una ley eliminando parte de ella o modificando disposiciones individuales; y el veto de bolsillo que es aquél que sencillamente permite a un presidente negarse a firmar una ley.

Según el Art. 138.- Si la Presidenta o Presidente de la República objeta totalmente el proyecto de ley, la Asamblea podrá volver a considerarlo solamente después de un año contado a partir de la fecha de la objeción. Transcurrido este plazo, la Asamblea podrá ratificarlo en un solo debate, con el voto favorable de las dos terceras partes de sus miembros, y lo enviará inmediatamente al Registro Oficial para su publicación.

El Código Orgánico de la Salud, recibió un veto total del Ejecutivo y aquello es un acierto que las Sociedades Científicas, Las Universidades del Ecuador, Los médicos, el Personal de Salud y la Sociedad ecuatoriana lo ve como una respuesta congruente a un Código Sanitario viciado de errores metodológicos, técnicos y científicos.

El COS y el Código Orgánico Integral Penal, las dos normas criminalizaron el ejercicio profesional y enchufaron a los médicos con 174 causas adicionales de sanción que, en algunos casos, significan no poder trabajar hasta por dos años, pagar multas equivalentes al salario de 18 meses y privación de la libertad; estos dos organismos Legales son un atentado al EJERCICIO PROFESIONAL DE LA MEDICINA.

El veto del Eje3cutivo deviene de un análisis muy profundo de todo el contenido del COS. Muchas organizaciones advirtieron desde hace mucho tiempo la temeridad que constituía esta norma, que poco tenía de Orgánico y carecía de un sensato proyecto Socio-Sanitario.

Obviamente,  el COS no tenía Normas que impidan tomar por asalto los fondos del IESS y convertirlo en caja chica del Estado, no existían reglas para frenar el sobreprecio de la salud, no había en el COS un plan para el perfeccionamiento de la medicina privada, no desarrollaron política alguna para el ejercicio de la medicina Ancestral, el COS tenía un espacio en blanco para las enfermedades catastróficas y  la Emergencia Sanitaria, jamás abordaron una metodología práctica para el Presupuesto de la Salud, no se legisló sobre la responsabilidad Jurídica compartida del Ministerio de Salud; es decir había muchas lamentables carencias en la elaboración de un verdadero Código Orgánico.

Debemos recordar que existen problemas primordiales en el Sistema de Salud del Ecuador y no es el aborto el eje alrededor del cual hay que discutir, no es el uso medicinal del Cannabis, la reproducción asistida, el testamento vital, ni el uso de condones o anticonceptivos lo que justifica 8 años de estancamiento del COS en la Asamblea Nacional.

Es la salud en su dimensión biológica, psicológica, social, política, genética, económica, espiritual, cultural y cósmica lo que debe convocarnos al debate. No son los dogmas, aberraciones ideológicas, ni retobos políticos los verdaderos generadores del progreso y el desarrollo. Son la Ciencia y la razón los motores que impulsan la civilización Humana. (O)

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