Vino  y mermelada con ingrediente milenario

Interculturalidad

El mortiño, una fruta tradicional y milenaria es la base esencial para la transformación del exquisito vino.

El mortiño es nativo de la zona, porque se reproduce en los páramos de tres provincias de la sierra que incluye a Tungurahua.

Este era utilizado solo en la elaboración de la tradicional colada morada, pero nació la iniciativa que es acogida por varios organismos que se3 dedican a fermentar el producto y convertirlo en vino e incluso en mermelada.

El mortiño sale de los páramos de la provincia y de Sigchos, donde se convertido en el ingrediente especial de varios productos artesanales.

Considerando que antes la fruta se dañaba en el mismo árbol y no se obtenía ningún provecho.

El producto es una fuente de fósforo mineral que ayuda a mejorar la memoria y su sabor es dulce, brinda vitaminas B1 y C. la planta es cultivada en los páramos de Chimborazo, Cotopaxi y Tungurahua.

“Anteriormente sacábamos a la venta el mortiño, pero las personas no querían comprar, por eso buscamos nuevas formas de promocionar el producto”, comentó Dioselina Angamarca.

Los emprendedores de la provincia han logado colocar el producto en perchas de supermercados reconocidos y se los vende en ferias productivas de las provincias de la zona central. (I)

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