Violencia y mafias futboleras/ Editorial
Lastimosamente, la violencia física y amenazas en el país, también involucran al deporte. Un claro ejemplo tenemos en el fútbol local, disciplina deportiva que se ha visto manchada por actos negativos, últimamente, por parte de supuestos “hinchas” de diferentes equipos que van a insultar y generar problemas en diferentes estadios del país.
El lanzamiento de objetos como botellas, amenazas de muerte a jugadores por perder un partido, así como la intimidación constante a dirigentes del fútbol ecuatoriano, marcan la pauta de que, tanto la corrupción y mafias organizadas en el deporte, están a la orden del día, no se diga en el ‘Rey de los Deportes’ a nivel internacional.
Es lamentable que, dentro de un estadio, todavía no existan filtros de seguridad efectiva para ubicar a esos fanáticos con antecedentes penales, siendo aquellos que causan caos colectivo. Un partido de fútbol es para disfrutar en familia sabiendo ganar y perder. Independientemente del resultado del cotejo, la gente va por disfrutar un espectáculo deportivo, sin importar el color del equipo al que se apoya.
Si bien existen personas de bien que, su único fin es cantar y alentar en las diferentes barras de los cuadros; lastimosamente, hay personas que, mediante la anarquía y el caos, se escudan para operar con malicia y desestabilizar un partido de balompié, ya que, incluso, dentro de las denominadas ‘barras bravas’ existen códigos que promueven orden sin necesidad de perjudicar a un club con acciones y desmanes en gradas de un estadio. (O)
