Volcanes del Ecuador vistos en el año 1890.

Columnistas, Opinión

En el año de 1890, La Baronesa de Wilson, escribe sobre los volcanes del Ecuador; hace una descripción, de lo que við en las dos cordilleras de Los Andes, aunque no indicó desde que lugar los observó

Me permito transcribir, lo que narra La Baronesa de Wilson, tomado del libro Ecuador Visto por los Extranjeros». Salvat Editores Ecuatorianos S. A. Quito.

* VOLCANES DEL ECUADOR. La primera luz del alba me encontró levantada; sali del tambo y subi hasta donde me alcanzaron las fuerzas. Contemplando desde alli la mole inmensa en toda su magnitud; me crei entonces un àtomo insignificante navegando por un mundo colosal. Lo que senti no era admiración; fue algo indefinible que, aislándome de la Humanidad, me conducia a régiónės fantásticas de ignorada idealidad.

La misma aridez del terreno, propia de las grandes elevaciones, hacia destacarse la plateada cúpula del nevado, erguido a 7.682 varas sobre el nivel del mar, Crèése que el coloso andino es volcán apagado. Cerca se ve al Carihuairazo, como troncado unido por la cordillera con el Chimborazo: Los nevados más hermosos del mundo están en El Ecuador. Varias cimas se destacan entre las nubes, en el radio de varias leguas. El Capac Urcu, en la rama oriental, nombrada el Altar por la forma que le diò el derrumbe. Màs allà el Sangay despide negra columna de humo y bramidos que se escuchan de un extremo a otro del Ecuador, como los de una fiera enjaulada; en la oscuridad de la noche se parece a una fortaleza incendiada que ilumina campos solitarios y ajenos al cultivo, Con gran frecuencia lanza el cràter piedras y lava: mide 6.213 varas sobre el nivel del mar.

A larga distancia se alza el Tungurahua (cordillera oriental) a 5.936 varas, solo aislado y de tan mágica blancura, que parece bañarse en nevados copos de espuma. El altisimo Cayambi, el Llanganate a Cerro Hermoso, con entrañas auriferas y melena nevada, el ancho Antisana y el gigantesco Illiniza, a 6.344 varas de altura; què escenario de regio esplendor, que no me cansaba de admirari».

Si quiere mirar, ese espectacular y maravilloso paisaje; vaya por la carretera Panamericana Sur, hasta el sitio La Balbanera, tome la via que va a Guayaquil y deténgase en la parte mås alta de la carretera, antes de bajar a Pallatanga, y podrá contemplario, siempre que haya un buen estado del tiempo. (O)

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