Vuelo de cometas, tradición en evolución
Agosto ha llegado a Ecuador, y con él, una de las tradiciones más queridas por niños y adolescentes: el vuelo de cometas. Aunque esta tradición ha disminuido con el tiempo, sigue siendo una actividad que une a familias en el cielo despejado.
El entusiasmo por las cometas no se hizo esperar este año. El domingo 28 de julio, varios niños ya estaban en el Parque de las Flores, dejando que sus cometas ‘danzaran’ en el aire, demostrando que el fervor por esta tradición aún se mantiene vivo.
Históricamente, las cometas ecuatorianas eran hechas con materiales naturales. Las estructuras solían ser confeccionadas con carrizos y sigses silvestres recolectadas en los bosques y terrenos de la ciudad, recuerda Jaime Arcos.
Agregó que estás se ensamblaban en una forma de ‘X’ o ‘H’ con una pieza adicional en el centro para formar la estructura básica. Luego, el marco era recubierto con papel periódico o plástico, y decorado al gusto del creador.
Sin embargo, la tradición ha evolucionado. Hoy en día, las cometas tradicionales han sido en gran parte reemplazadas por versiones de plástico, y la fabricación de las mismas ha cambiado. Aunque aún se aprecian algunas cometas tradicionales, la presencia de aquellas hechas con materiales reciclables y modernos es ahora predominante.
A pesar de los cambios en los materiales, el espíritu del vuelo de cometas permanece intacto. Padres e hijos continúan disfrutando juntos de esta tradición, haciendo que las tardes de agosto sean una celebración de la creatividad y la unión familiar. (I)