¿Y después del colegio y de la universidad qué / Dr. Guillermo Bastidas Tello
Con la gran cantidad de punitivas valoraciones, exámenes minuciosos, pruebitas seudocientíficas, hechas y maltrechas por los genios tecnócratas de una institución Burocrática, que se gasta el dinero de los ecuatorianos y no mejoran en absoluto el sistema educativo de la Patria, nos preguntamos ¿que será de la vida de los jóvenes sin Educación o con una educación mediocre?
Los padres de familia estamos muy preocupados por la forma que se trata la Educación en el Ecuador, no hay cupos suficientes para los bachilleres, reprueban más del 40 % de internos rotativos la acreditación para ejercer la medicatura Rural, luego no encuentran plazas de trabajos en los Hospitales ni clínicas privadas, no pueden hacer post grados.
Este demagógico proceso de democratización de la educación secundaria y superior ha sido desentrañado en gran medida por las mujeres, que, por primera vez en la historia, han superado en número a los hombres en esta etapa educativa. No obstante, a pesar de estos avances en materia de igualdad, múltiples investigaciones siguen reseñando diversas desigualdades de género en el acceso al empleo entre los bachilleres, titulados universitarios y profesionales.
Debemos conocer los factores que explican el difícil acceso de los bachilleres y de los titulados universitarios al empleo en general y al empleo de calidad sin explotación laboral, en función de los años invertidos en los colegios técnicos y la universidad.
Con el propósito de aportar evidencia empírica a la cuestión y de mejorar las políticas públicas de igualdad y de inserción laboral de los bachilleres técnicos y titulados universitarios se deben estimar las probabilidades de los titulados de obtener un empleo y de obtener un empleo de calidad.
Desde el punto de vista de las políticas educativas y sociales los resultados establecen dos conclusiones principales.
En primer lugar, debido a la importancia que tiene una mayor inversión educativa para acceder a un adecuado mercado de trabajo, cabría aumentar el número de cupos en los colegios, universidades, otorgar becas para realizar diplomados, maestrías y posgrados de especialización tras los estudios de grado.
En segundo lugar, se debería aumentar el número de plazas en las carreras sanitarias y tecnológicas, ya que son las que mejor empleabilidad frecuente y de calidad presentan. Asimismo, desde el punto de vista de las políticas de empleo y de igualdad de género se debería potenciar, a través de bonificaciones a los empleadores, la contratación de las mujeres en los empleos asociados a las carreras masculinizadas. (O)