Y la conciencia ciudadana? / John Tello Jara
Criticamos con frecuencia la presencia de los trabajadores autónomos o informales que se ubican en las partes posteriores de los mercados, quienes generan desorden, insalubridad y ausencia de garantía de los productos que expenden, sin embargo, los mismos ciudadanos adquirimos esos bienes.
Hace un tiempo atrás realizamos un estudio interesante para cuantificar el porcentaje de aquellas personas que expendían alimentos en la calle y el resultado fue asombroso; el 100% tenía las manos sucias y un 25% vendía productos contaminados o expirados, sin embargo, su compra continúa.
Nos quejamos que no existe sitios para depositar los residuos de las construcciones y que las quebradas deben estar completamente limpias (es decir sin desperdicios, ni basura o animales muertos) sin embargo la gente continúa llevando los escombros a las quebradas, los desechos de textiles, de cueros, basura en general, aun cuando existe la escombrera en Unamuncho con una capacidad en volumen de 500 mil metros cúbicos.
Nos quejamos de la basura existente en diversos sitios de la ciudad, sin embargo, somos los primeros en arrojar desechos desde la ventana de nuestro vehículo o cuando transitamos por la urbe; a veces el agua escasea debido al temporal o al denominado “efecto invernadero”, sin embargo, no cuidamos el líquido vital desde casa (supuestamente porque es barata).
A lo largo de mi vida, he comprendido la queja ciudadana por falta de atención de ciertos servicios, pero también me pregunto, qué pasa con los seres humanos el instante de transgredir una norma o un principio.
Pero definitivamente la gota que derramó el agua en este tema, fue la falta de vacunación en algunas personas, ahora que ya existe el medicamento para contrarrestar el Covid y sus variantes.
Tuvo que pasar al menos 20 meses en los cuales vimos fallecer a amigos, vecinos y familiares, palpar la crisis económica por falta de comercialización, clamábamos que las farmacéuticas creen la vacuna para salvar nuestras vidas, sin embargo ahora que contamos con este medicamento, vemos que algunas personas no quieren utilizarla por diversos motivos.
Somos buenos para exigir, para presionar, pero nos falta conciencia ciudadana para que el mundo sea mejor. (O)