Y si pensáramos en los seres más amamos

Columnistas, Opinión

Quisiera dejar de lado, al menos por un momento los problemas cotidianos que tenemos los ecuatorianos (inseguridad, desempleo, riesgo país) y pensáramos en las cosas, aquellos sucesos  y momentos que nos brindan la verdadera felicidad, como es encontrarnos al lado de las personas que más amamos, tanto familia como amigos.

Ver crecer a nuestros hijos es un verdadero placer, una acción divina podría decirlo, como empiezan a caminar, sus primeras travesuras, caídas y levantadas, es algo irrepetible; compartir los almuerzos en familia, los domingos de futbol, el arreglo de la casa en familia, eso sí que es vida.

Los gratos recuerdos quedan impresos en nuestro corazón, talvez las cámaras fotográficas guarden los recuerdos de los momentos memorables, pero solo el silencio del alma nos permitirá eternizar esos  instantes, que a lo largo del tiempo serán irrepetibles y formarán parte importante de lo que es la vida misma en la raza humana.

Cómo conocer a los seres que más amamos? Nos comprenden, están en los momentos que más los necesitamos, nos dan todo sin pedir nada a cambio, son felices solo con mirarnos en una fría tarde a la vez que tomamos un café y contemplamos el atardecer, nos “apapachan”, es decir nos abrazan con el alma, entregando todo su ser.

Con el tiempo, solo con el tiempo aprendemos que el dinero si bien es necesario, no es determinante, valoramos que las cosas simples de la vida nos dan siempre alegría y forman la felicidad, que nada más hermoso que el café de las cinco de la tarde con la familia; “los recuerdos y el amor son eternos” esta frase no admite análisis pero si nos obliga a reflexionar que llegamos al mundo para ser felices y no solo promotores mercantiles.

Dejar de lado la vanidad de nuestra profesión y la riqueza material, ser sensatos en aceptar realidades de nuestra familia y compañeros, motivar a nuestros semejantes a conseguir sus metas, cualquiera que estas sean, aun sabiendo que pasa el tiempo y si no contemplamos la rigidez de nuestras actos quedaremos estancados; “vamos anímate a ser feliz junto a tus semejantes y brinda lo mejor de ti en beneficio social. (O)

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