Despidieron a valiente policía
El ambateño sargento primero del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía Nacional de Tungurahua, Wilson Ortiz, murió cumpliendo su labor, la tarde del 14 de noviembre durante el allanamiento a un domicilio ubicado en el barrio El Tambo del cantón Pelileo.
Deja a dos hijos de 22 y 15 años de edad, en la orfandad; mientras que sus familiares, llegaron hasta la capilla ardiente que se levantó en la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC), donde acudieron autoridades policiales y compañeros para darle la última despedida, ayer.
Según el hijo mayor del infortunado, Gabriel Ortiz, la situación y la noticia fue imposible de creer y pidió a las autoridades mayor control de migrantes, mismos que llegan para hacer daño.
Hace pocos días, el sargento Ortiz, reunió a la familia y sobre todo conoció a su primera y única nieta, con quienes planificó días felices y habló del posible retiro policial. Esto ocurrió el pasado lunes, día de feriado en Ambato.
El occiso estaba por cumplir 42 años de edad, el tres de diciembre; sin embargo, su vida se apagó cuando fue sorprendido por seis individuos que con armas de fuego trataron de evitar que llegue hasta el domicilio en el barrio El Tambo.
Por su parte, Luis Ortiz, hermano mayor del fallecido, comentó que la noticia la recibió cuando llegaba de sus labores cotidianas. Aquí recibió una llamada de uno de sus hermanos, el cual contó desesperado que había muerto Wilson.
El policía fue herido con un arma, durante el allanamiento, la bala destruyó el 60% de la válvula aórtica y llegó al pulmón derecho, falleciendo con un desangramiento interno.
El tiro lo habría recibido cuando utilizó la fuerza para abrir la puerta del domicilio allanado, la bala dañó en primera instancia el mentón lo que generó que caiga inmediatamente al piso. Lo extraño es que en dicha intervención no habría ingresado con el escudo de protección, según Luis Ortiz.
El sujeto que disparó y mató al policía, también murió en el operativo. (I)