Flores y ventas, respiro económico
La emotividad y la nostalgia fue la constante para las personas que decidieron visitar las tumbas, arreglarlas y ponerles flores a sus seres queridos, luego de casi dos años de limitarse entrar al campo santo debido al auge de la pandemia.
Aída Moreno Mantilla (82) dijo que le recuerda con cariño a su abuelo para quien trajo flores naturales, porque es de mayor significado. Sintió pena por no ingresar hace casi dos años a ver al difunto, pero era comprensible por la emergencia sanitaria. Actualmente que pudo llegar hasta el nicho siente que fue un momento especial para recordar y visitar a su ser querido en compañía de su parentela. (I)